lunes, 10 de octubre de 2011

Steve Jobs

Steve Jobs, uno de los fundadores de Apple y figura imprescindible para entender la evolución de la tecnología en las últimas décadas, ha fallecido esta noche a los 56 años, según ha anunciado la compañía. Murió en Palo Alto (California), acompañado por su esposa y otros familiares. El revolucionario del garaje, el gurú que ha obsesionado a una generación de jóvenes y ha cambiado la manera de llamar, leer el periódico y hacer fotos, ya es un mito. "Apple ha perdido a un genio visionario y creativo y el mundo ha perdido a un asombroso ser humano", ha informado la empresa a través de un escueto comunicado en su página web. "Aquellos que hemos tenido la suerte de conocer y trabajar con Steve hemos perdido a un querido amigo y a un mentor. Steve deja atrás una compañía que sólo él podría haber construido y su espíritu estará siempre en la base de Apple", añade la nota de la compañía, que ha incluido una fotografía de Jobs en su página de inicio a modo de homenaje. También su familia ha confirmado la noticia a través de un comunicado en el que expresa su "profundo agradecimiento" por la muestras de condolencia y apoyo que han recibido. El emotivo texto indica que el cofundador de Apple murió "rodeado de sus familiares". "En su vida pública Steve era un visionario, en su vida privada se dedicó por completo a su familia". Los familiares también han indicado que se ha puesto en marcha en la web de Apple un espacio para que los seguidores puedan envíar sus condolencias y rendir tributo a Jobs. La empresa anunció la muerte de su fundador, pero no informó sobre las causas. Jobs se retiró oficialmente a finales de agosto después de varios años de liderazgo intermitente por un cáncer de páncreas, que convirtió incluso en un motivo de inspiración. 'Acordarme de que voy a morir pronto me ayuda a tomar las decisiones' “Si vives cada día como si fuera el último, algún día acertarás... Cada día me miro al espejo como si fuera el último”, dijo en 2005 en un discurso de graduación en la Universidad de Stanford. “Acordarme de que voy a morir pronto me ayuda a tomar las decisiones...Acordarse de que vas a morir es la mejor manera de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo, no hay razón para que no sigas tu corazón...Tu tiempo es limitado, no lo desprecies”, dijo. A lo largo de 2011, Steve Jobs fue visto en varias ocasiones en centros para pacientes de cáncer, si bien nunca se confirmó que se le hubiera reproducido la enfermedad. En 2011 se prodigó muy poco públicamente y reapareció para la presentación del iPad 2 el pasado mes de marzo, un evento en el que fue recibido con una sonora ovación y en el que se mostró extremadamente delgado. Jobs, visionario, detallista, trabajador, pero también egocéntrico y gritón, se resistía a abandonar la empresa a la que se dedicó con atención minuciosa, pero el último año había tenido que resignarse a estar ausente. Llevaba ocho meses de baja oficial desde enero y apenas aparecía por el campus de la empresa. Tras su dimisión como consejero delegado, aún prometía asesorar sobre las estrategias de futuro, con su halo especial. La obsesión de Cook es mantener ahora el mito de que Apple no es una empresa más. “Juntos seguiremos haciendo de Apple el lugar mágico que es”, dijo en su primer e-mail a los empleados tras el traspaso de poderes.